Cuentos breves para disfrutar mucho‏ - Orlando Yans


Hay cuentos que uno va leyendo para matar el tiempo nada más. Pero hay otros, hechos con oficio (esa madera fina, sostenedora de la obra de todo artista que se precia de escritor exitoso), que motivan al lector. Con conocimiento de las pausas, de los suspensos que necesariamente deben ser bien manejados para entretener y atrapar la atención de los lectores, el libro Cuando despiertas, del escritor, periodista y político argentino Orlando Yans, va camino a convertirse en un buen golpe literario en el Paraguay. Cabe decir que la obra fue publicada por Tiempo Editora. Los cuentos son fluidos, con ideas específicas y argumentos bien estructurados (es preciso apuntar que el autor no entra en esas tediosas y odiosas vaguedades a las que nos quieren mal acostumbrar algunos mal llamados cuentistas). Existe un ambiente porteño, de gran urbe, que desaparece, sin embargo, cuando Yans nos habla de la trágica como dulce historia de amor entre un gigante y una liliputiense. El final desacraliza cuanto se iba hilando casi con lirismo, pues el gigante resultó ser un amigo de lo ajeno al robar setecientos pesos de la caja de quien bien narra este suceso amoroso.

Registrando de alguna manera ese existir marcado por la prisa, y hasta la violencia de la sociedad porteña, una Buenos Aires parlanchina se va introduciendo, a veces, en su lenguaje. Atrapante, de fina hechura literaria es aquella lenta venganza femenina, que gotea su veneno en el cuento titulado A la hora del té. Vale la pena leerlo.

De la sequía dramática, absurda, que alimenta la desazón y desesperación de un pueblo, de una película protagonizada por Darín, de las rogativas a la Virgen para que caiga la ansiada lluvia, de la especulación de un intendente taimado, de un cura párroco fanático de Boca, de dos personas estigmatizadas, se va nutriendo con dirección perfeccionista la Lluvia. Y qué decir, por otra parte, de aquella historia impensada e inexplicable que va envolviendo hasta tragar a Sebastián, quien halla, al salir a la calle, su nombre y el de una mujer tallado en el tronco de un árbol, dentro de un corazón. Así comienza este misterioso cuento que se nutre de sorpresas y tiene un hilo conductor digno de elogio. Si lo lee, sabrá que hay finales casi infinitos.

Orlando Yans es autor de las novelas La mano vacía y Hechas de sal, y del ensayo biográfico sobre Rómulo Gallegos titulado Canto libre en el llano.

Delfina Acosta
desde Asunción del Paraguay
25 de Diciembre de 2011

No hay comentarios.: